En columna de opinión en El Mercurio, José Joaquín Brünner señala que las actuales minutas ministeriales que anticipan el diseño del sistema de educación superior chileno, en caso de llevarse a cabo la reforma que prepara el Gobierno, no adoptan como eje axial el valor de la autonomía ni valoran el autogobierno de las organizaciones.
En el terreno de la autonomía de procedimientos, las trabas impuestas por la acción combinada de una (nueva) Subsecretaría de Educación, una agencia (nueva) de acreditación, una superintendencia (realmente panóptica) de control y vigilancia, un (nuevo) sistema de universidades estatales y su comité coordinador y un fortalecido CRUCH son tales, que hacen realidad la profecía de Max Weber.
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